05 diciembre, 2010

Sin palabras



Una frontera en los labios. Miles y miles de cuadrículas blancas abriéndose como hospitales: Entro en tu boca para dormir con las palabras.
Palabras como sábanas, simétricas como orejas.
Yo soy, tú eres, él es…
En los bolsillos, diez dedos se curvan como interrogantes.
El suelo húmedo de la lengua es el camino. La garganta un puente.
La nariz un faro.
Tempestades de ojos, islas llenas de fuentes, cines vacíos donde sillas perplejas esperan dobladas como rodillas.
Déjalo todo y respira.
Llena tu cuerpo como un baúl y respira.
Ninguna geografía es adecuada.
Ninguna palabra es precisa.
Nosotros, vosotros, ellos…
Respira.


Jaume Plensa