07 octubre, 2010

Ars Memoriae



"Quería dormir, y no podía: para dormir es necesario olvidar un poco las cosas. En esa época no podía olvidar.
Cerraba los ojos y me imaginaba con los ojos cerrados, en la cama. Imaginaba los muebles, los espejos, imaginaba la casa. Imaginaba el jardín, las plantas. Había estatuas en ese jardín. Para librarme de todo ello escribí esta historia de Funes, que es una especie de metáfora del insomnio, de la dificultad o imposibilidad de abandonarse al olvido. Ya que dormir es eso: abandonarse al olvido total, olvidar su identidad, sus circunstancias. Funes no podía. Por eso murió, al fin, agobiado. Esta historia sirvió para curarme del insomnio, deposité todo mi insomnio en mi personaje. No digo que precisamente el día en que terminé la historia haya podido dormir bien, pero en ese momento comenzó mi curación.”


Nueve ensayos dantescos, Jorge Luis Borges

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